Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

lo importante es lo importante

viernes, 28 de noviembre de 2008

El Ministerio de Igualdad nos ha llamado la atención. Me refiero al equipo que trabajamos (gratis et amore)en el consejo de redacción de Cultura 3.0. La prensa se ha ocupado de ello. Pero aquí dejo una Carta abierta al Presidente del Gobierno como quien escribe a los Reyes Magos.

ser establishment y antiestablishment

jueves, 27 de noviembre de 2008

Lo mejor de los dos mundos. Así cualquiera. Ya llevan una semana de encierros los dos centenares de estudiantes que han ocupado la Universitat de Barcelona y la Universitat Autònoma contra la implantación del proceso de Bolonia. Aunque se trata de una ocupación ilegal llevada a cabo por un grupo minoritario, ha tenido una cobertura comprensiva en los medios y llevan allí la tira de días, imagino que con bastante beneplácito de estudiantes y profesores. Ya se sabe que el hecho de ser estudiante lleva parejo el folklore irrenunciable de enfrentarse con el “stablishment”. Pero ¿se enfrenta uno al stablisment cuando éste se limita a levantar el pie para no pisar al antisistema sesteante en su saquito de dormir?

Comparen esto con el recibimiento y comprensión del que fueron objeto los militantes de Ciutadans-Partit de la ciutadania cuando pretendieron unirse a la manifestación convocada contra este mismo plan. Poco rato duraron allí. Hay ciudadanos en este país que pueden invadir un espacio público y vivaquear durante días y otros que, por ser quiénes son, no pueden ni ejercer su mero derecho a manifestarse.

una tercera cultura para el SXXI

lunes, 24 de noviembre de 2008

El viernes por la noche, en TV1, consideraron que tenía suficiente nivel informativo que apareciera un párroco de un pueblecito del norte con el don de encontrar agua paseando por ahí con una ramita de determinada madera. Un zahorí, vamos. No gran cosa para él, acostumbrado a transustanciar pan de trigo, pero demasiado para algunos que pagamos impuestos y esperamos que la superstición no irrumpa en nuestras vidas hasta en la hora de cenar.

Existe gran simpatía hacia todo lo que parezca “espiritual”. El otro día presentamos en Madrid la plataforma Tercera Cultura. Esta plataforma tiene como objetivo la convergencia entre personas tanto de formación humanística como científica para logar la difusión del pensamiento crítico y de aquello que llaman “socialización de la ciencia”. Hemos aparecido hasta en Edge. Pues bien, muchas de las preguntas del público se centraron en la cuestión religiosa. Yo creo que se habla más de religión ahora que hace unos años y de forma más reivindicativa. A quienes somos ateos, cuando nos manifestamos en estos términos, se nos señala con rapidez como si eso fuera una falta de delicadeza y una brusquedad. Como si, en una sociedad supuestamente neutra ideológicamente, fuéramos nosotros los que trajeran la polémica y el rayo. No se dan ni cuenta de lo que nos asombra que desde cualquier lugar, televisión, ámbito social, etc. alguien comente de otro con total desenfado “es una persona buenísima, muy creyente”. A mi marido, que hace unos días tuvo un trato comercial con un marroquí barbudo, le llamó la atención que le asegurase sus buenas intenciones de esta manera “yo soy una buena persona y no miento porque soy muy creyente”. En realidad, le pareció remarcable por el folklorismo algo inquietante del extranjero, pero la relación “ser bueno” con “ser creyente” persiste en nuestro entorno inconmovible a la realidad de las sociedades seculares en las que sus masas descreídas defienden leyes que hacen que haya más bondad ahí en todos los sentidos que en todas sociedades teocráticas juntas. Mi impresión es que existe un repunte. Estos días de felicitaciones y beneplácitos también nos llegan quejas de ciudadanos decepcionados. Por ejemplo, la de alguien que no le parece bien que nuestros objetivos vayan: "...enfocados desde una nueva conciencia social libre de elementos sobrenaturales y dogmáticos, una "tercera cultura" que favorece el diálogo de las ciencias y las humanidades". El caballero que nos escribe opina que tenemos “un claro prejuicio de raíz, muy a la moda laicista que algunos impulsan en la España actual, contra lo "sobrenatural" y que “el rechazo de lo "sobrenatural" por principios” le parece “un enorme error intelectual que convierte su proyecto en agua de borrajas nada más nacer”. Para él el diálogo de las ciencias y las humanidades que proponemos es " un genocidio de las "humanidades" o “una amputación de lo que algunos consideran "cánceres" en el ser humano” y que lo nuestro “es pura propaganda”.

La verdad es que es muy chocante. Como manifestó una vez Laplace, Dios es una hipótesis con la que no vamos a contar. Si pretendemos promover la razón y el librepensamiento no vamos a entrar en polémicas que impliquen la imposibilidad de falsación. La Tercera Cultura, esa cultura del SXXI, será secular o no será.

In-group/out-group

domingo, 16 de noviembre de 2008

Vivimos en un era de simplicidad. Te exigen que te definas para poder ser clasificado. Para saber de qué bando estás. André Glucksmann , en su libro “Una rabieta infantil” recuerda que el director de un gran semanario, antes de que saliera en un programa de televisión, le advirtió “No se olvide jamás de asegurar previamente que es usted de izquierda”. Se nos advierte de muchas maneras de la inconveniencia de “salirse de los senderos trazados y de los pensamientos codificados”. Cualquiera que difiera de la izquierda es considerado “de derechas” Esto, como dice Sowell, es una visión “Ptolemaica”: la izquierda en el centro del universo y todo quien difiera lanzado a los confines en un "batiburrillo vergonzoso".
La evidencia de los hechos y los argumentos lógicos son muy a menudo ignorados. André Gluksmann es muy claro “La filosofía no es de derechas ni de izquierdas. Todo el mundo puede, y debe, interrogarse a sí mismo” El mismo Feynmann decía que el conflicto no era entre socialismo y capitalismo, por ejemplo, sino “más bien entre supresión de ideas e ideas libres”. Para mi la dicotomía derecha/izquierda es, en gran medida y a día de hoy, una pulsión eminentemente tribal. La obligación de situarse en el marco derecha/izquierda o, en las comunidades con nacionalismo, entre nacionalista/no nacionalista es una de las maneras en que se expresa la necesidad de trazar fronteras entre “los nuestros” y “los otros”. Quizá, ahora, la más interesada en la perpetuación de este vicio sea la izquierda. Lo que Tomas Sowell llama los “ungidos” frente a los “simplones”:

“La visión de los ungidos no es simplemente la visión del mundo y de su funcionamiento en función de causas y efectos, sino una visión de ellos mismos y de su papel moral en el mundo. Es una visión de rectitud diferencial. No es una visión de la tragedia de la condición humana: los problemas existen porque otros no son tan listos ni tan moralmente superiores como los ungidos”.

despistes flácidos

viernes, 7 de noviembre de 2008

Me pongo a hablar de un artículo sobre unas declaraciones de Aznar y no lo cuelgo. Espongiforme total. He vuelto a editar el post, pero también lo cuelgo aqui .

aznar, a lo nuestro

martes, 4 de noviembre de 2008

Justo en el lugar donde uno debería decirlo. En Túnez . Zapatero pudo hacerlo en Estambul, pero el “pensamiento flácido”, que es uno de sus rasgos característicos, impidió que se lo plantease siquiera. Y, si pienso que estos son los lugares apropiados, es porque sé que los sectores que realmente interesan, en los que reside una verdadera esperanza, lo necesitan como agua de mayo. ¿Reparó alguien en la proclama de los ex musulmanes británicos en este país? Eduardo Robredo y este blog . El progresismo internacional ya no está por aquello de los valores universales, la Ilustración y la defensa de la razón y de la moral común. Ahora no sabes quien puede ser compañero de viaje, aunque sea de un viaje con un destino y unas fechas concretas. El ex presidente del Gobierno José María Aznar es quien ha ido a este país musulmán para expresar su rechazo al concepto de "choque de civilizaciones" y a defender los "valores comunes deseables para todos". Nosotros hicimos un curso en Aranjuez que expresó los mismos términos y propósitos. Tanto Savater, como Elorza, como Redeker, como Ibn Warraq y tantos otros ponentes insistieron en la inconveniencia de que la palabra civilización se usara en plural, y también en que la civilización es una y sólo una. Vean, vean el vídeo de Fernando Savater , por ejemplo. El relativismo, el multiculturalismo que subyace bajo el concepto de “alianza de civilizaciones” " da por sentado que, como dice el ex presidente, “existen mundos distintos y cerrados, cada uno con sus dogmas fundamentales" y que son igualmente respetables. Como muy bien señala, esto lleva “a renunciar a la propia idea del bien" y ya advirtió Juan José Sebreli en su maravilloso libro “El asedio a la modernidad” que esto nos empuja, y utilizo la frase de Aznar, “a mirar con arbitraria indiferencia crímenes que, por desgracia, han ensombrecido la historia de la humanidad”.

Aznar se distanciaría de la filosofía del curso en algunos aspectos . Por ejemplo, en el de su defensa de las raíces cristianas de Occidente como “humus” incuestionable del que nuestra civilización se ha alimentado, cuando nosotros nos inclinamos a situarlo en el “pool” universal de valores fundamentados tanto en la propia naturaleza del hombre como en la aportación de la reflexión y experiencia de las personas que lo vienen forjando desde tiempos inmemoriales. Esto no significa, naturalmente, que no seamos capaces de valorar y apreciar lo que ha representado el cristianismo en nuestra herencia civilizatoria.

Así que no podría estar más de acuerdo con él en la necesidad de concretar políticamente los valores que nos hacen civilizados y aceptar su propuesta de que sean "la tolerancia, el pluralismo y la democracia abierta". Considero compañero de viaje a cualquiera (y me disculpo aquí por el tono condescendiente de quien milita en otro partido) que considere que en la actualidad es un desafío "común" en nuestra parte del mundo "combatir las ideas perversas de fundamentalistas que quieren imponer por la fuerza su visión del mundo o una interpretación perversa de la religión". Exactamente, sí señor.