Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

la homeopatia en el Parlamento

jueves, 25 de febrero de 2010

"La homeopatía carece de consistencia médica y su único efecto en los pacientes es el de placebo, según ha dictaminado una comisión del Parlamento británico , que conmina al Gobierno a suspender su financiación. El Comité de Ciencia y Tecnológica (consultivo) considera que su efectividad no se sustenta en evidencias, y tilda de gasto innecesario los cuatro millones de libras anuales (4,5 millones de euros) que la sanidad pública dedica a esta corriente de la medicina alternativa."

A ver qué dice ahora el exquisito y alternativo Príncipe de Gales. Escribí esto para Factual, en aquellos tiempos del "Consultorio de Mujer-Pez" donde el preocupado lector me escribía sus cuitas y yo se las respondía buenamente y con humor:


Estimada mujer pez
En su consultorio anterior me pareció que ironizaba no sólo con el uso del cactus para desviar la radiación negativa del ordenador, sino también con algo que en muchos países está perfectamente aceptado y proveído por la seguridad Social. Hablo de la homeopatía. De hecho, en este mismo periódico, apareció hace nada la noticia de que el príncipe Carlos de Inglaterra no sólo es un gran defensor de estas medicinas alternativas, sino que pretende que el Gobierno británico proteja a quienes las practiquen “en previsión de una nueva directiva comunitaria”.

¿No le parece que alguien que debe tener acceso a la mejor sanidad y a la mejor información tiene credibilidad para un modesto lector como yo?

Sin afán de molestarla reciba un atento saludo
Juan, un caballero homeopático



Querido Juan

¡Ah, el argumento de autoridad! No se fíe nunca. Quien es conpetente en un campo, no necesariamente lo es en otro. Y ahora mismo tampoco sé en qué pueda ser bueno el príncipe Carlos. Seguramente en sastres y cosas así. Antes, la aristocracia, paseaba su poderío ante el pueblo luciendo costosas joyas o carruajes suntuosos. Hoy en día, a la que te descuidas, viene un Mario Conde cualquiera con un yate más grande que el tuyo.

¿Qué otra cosa, aparte de lo material, le puede quedar a un noble que quiera ser reconocido? Pues lo espiritual, que goza de gran predicamento y respeto. Mire a nuestra Reina. Ella puede permitirse abominar de los abrigos de pieles porque todo el mundo sabe que está arriba de todo. Pero adora las filosofías orientales y dicen que es una gran creyente en lo paranormal.

En mi anterior consultorio, propuse una serie de puntos tipo “prueba del algodón” para saber si una afirmación extraordinaria podía tener sentido. El primero decía que sería sospechosa una terapia que contradijera “leyes, principios o conocimientos empíricos bien establecidos tanto en campos de la física, la química o al biología”. La homeopatía tiene como uno de sus más fuertes pilares la idea de que cuánto más disuelto esté un elemento, más efectivo será. Vamos, como si le dijeran que cuánto menos sal le pone al caldo más salado le va a salir. Esto viola algunas de las leyes que a usted le permiten vivir confortablemente en este planeta.

Y sobre que algunas instituciones y gobiernos europeos le dan reconocimiento…que le voy a decir. Nuestro president Montilla tiene la capacidad oracular de comunicarse con entidades supra naturales y decir cosas como esta: “no escuchar lo que dice Cataluña, es grave; no entenderla todavía es peor”.

Usted me comprenderá
Reciba un cordial saludo
Mujer-pez

factual

jueves, 4 de febrero de 2010

A mí, Arcadi Espada me ha decepcionado mucho. Con esto de ser escéptica me fío poco de aforismos orientales o de filosofías hermenéuticas. Siempre me ha valido aquello de que “lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”. Pero Arcadi hizo tambalear mi mundo y mis convicciones: los milagros existían. Recordé lo que decía la Biblia: “yacerá el cordero con el león y la paloma volará con el águila”. Sobre el tema en concreto ya había cantado Stephen Stills “if you can’t be with the rich you love, honey, love the rich you’re with”.

Creí que era el nuevo Ángel Cristo, haciendo saltar por el aro mariscadoras con peligro y tiburones financieros. El flautista de Hamelin llevando el totum revolutum a un mundo moderno, intelectual y educado. Pero llegó el desencanto. ¡Por el amor de Dios si hasta Antonio Robles consiguió sumir en el coma profundo a toda la primera fila de un teatro y él no ha podio mantener hipnotizada su peña ni dos meses!

La unión entre especies distintas no suele dejar descendencia. Básicamente porque no se atraen sexualmente. Pero tantos meses de gambas, almejas y empanada de pulpo mezclados con orujo pueden hacer milagros. Y nació Factual. Un híbrido es un organismo vivo que resulta de la mezcla de especies distintas. Una mula, por ejemplo, es el producto de un burro y de un caballo. Sin que podamos saber nunca quién fue el burro y quién el caballo tuvimos criatura. Era mona, comía mucho, mucho y ya empezaba a tener una personalidad propia. Y, de repente, hizo “prrrrt” y se escuaringó.

Científicos de Tercera Cultura la han analizado y, después de aplicar un reduccionismo extremo, han llegado a los genes. Como sospechaban tenía la cosa los telómeros como la Duquesa de Alba los meniscos. Y han descubierto que el producto de un divino y de la coliflor no es viable. Quizá haya sido un tropiezo para Arcadi, pero una zancada larga para la Ciencia.

El editorial que marcaba el nuevo estilo literario de Factual dio la clave de lo que había sucedido. “Muchos caminos angostos se van ensanchado paulatinamente”, decía. ¡Arcadi, debiste dejarte ensanchar el tuyo! Seguro que Abreu te habría dado los consejos pertinentes, él que tanto sabe. Hubiéramos querido vivir por lo menos un añito en aquella fantasía. Tendría que haber durado hasta que se nos acabase la ficha de 50 euros. Nos has hecho polvo.