Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

ni perros, ni judíos

viernes, 25 de junio de 2010

Eso es lo que llevan escritos unos carteles que han colgado en la entrada de algunos mercados y oficinas en Turquía durante los días de junio, así como en otros lugares de Jordania. Hace unos días mi amigo Carlos M. Gorriarán publicó un interesante post en su blog titulado "Escucha, oh Israel" . En él discutía que la flotilla Mavi Marmara mereciera el ataque sufrido y ponía en duda que se tratase de un acto de defensa. También decía que había tenido lugar en aguas internacionales y que convertiría esa supuesta defensa en ilegal. Todo esto se puede entender. Pero que a estas alturas uno crea que no hay motivos para sospechar que pudieran transportar "armas o terroristas" roza lo naïf. También le parece una garantía que Turquía, "un país de mayoría islámica y democracia imperfecta de excelentes relaciones con Israel" apadrine esas flotillas. Bueno, a mí no me lo parece. Para empezar, si Zapatero escoge a Erdogan como interlocutor a la altura de una alianza entre civilizaciones ya hay que desconfiar porque no da una. Y esto cada vez está más claro en el caso de Erdogan, que precisamente con estas flotillas hace algo parecido a echarse al monte de lo anti-civilizado.

Le pide a Israel que sea el adalid en la región del Derecho Internacional, por ser "uno de los primeros Estados del mundo surgido de la aplicación positiva de ese Derecho, concretamente de la votación de Naciones Unidas que sancionó en 1947 la división del mandato británico de Palestina en dos zonas diferentes, una de ellas el germen del actual Israel." Todo perfecto si obvia que al día siguiente de este mandato ya había sido atacada por todos los países árabes del alrededor sin poder contar con la ayuda de nadie. Y esto siguió siendo así hasta bien entrados los 70 cuando por fin EEUU se decidió a dar un apoyo algo más que moral. Ahora tiene todo un estado, poderoso en petrodólares, declarando que lo va a borrar del mapa. Sin contar con que Siria y varios países árabes financian a Hamas y Hezbollah. No parece que tenga vecinos demasiado cumplidores de contratos.

Dice también que, a su juicio " Israel carece de Constitución por la dificultad de conciliar la identidad étnico-religiosa del judaísmo con el concepto liberal de ciudadanía: si este se aplicara como en la mayoría de democracias, de modo que la condición de ciudadano se otorgara automáticamente al nacido en el país o al que la pide tras unos años de residencia legal, podría haberse dado la paradoja –otra más- de que los judíos por fe o por ascendencia fueran una minoría dentro de una ciudadanía de mayoría musulmana o árabe (también hay una comunidad árabe cristiana, entre otras). Situación totalmente contradictoria con el proyecto sionista de Israel como hogar nacional de los judíos donde pueden tolerarse minorías –aunque tampoco eso, para la boyante minoría ortodoxa- como algunos árabes y drusos o samaritanos, pero no que los judíos por fe o por origen sean ellos mismos una minoría más, aunque fuera la mayor. En definitiva, el problema de Israel desde una perspectiva democrática es que, tal como está concebido, no pueda ser un estado laico sin dejar de ser Israel tal como lo concibieron no sólo sus fundadores, sino también sus actuales gobernantes." Y tiene razón. A mí tampoco me parecen progresistas ni meramente viables los estados fundamentados en premisas de este tipo. Pero es que nos encontramos con un colectivo con características excepcionales. Ni Stephen Zweig ni Mihail Sebastian habían caído nunca en la cuenta de que eran otra cosa que alemanes o rumanos hasta que la realidad de la mirada del otro les hizo poner a uno pies en polvorosa y al otro confiar en la suerte o la benevolencia de algún amigo poderoso. Y ellos tuvieron suerte. La mayoría, practicante o no, con conciencia de pertenecer a un grupo o no murió en abominables condiciones por ser quienes los demás decidían que eran. Y eso no terminó allí. Mi amigo Carlos parece que olvida que la emigración a Israel aún en épocas reciente se debe mayoritariamente a las dificultades de ser judío y vivir en entornos hostiles. Y como entorno hostil no me refiero sólo a los lugares donde los judíos han estado asentados durante generaciones (Marruecos, Túnez, otros paises árabes empezando por esa misma Turquía imperfectamente democrática) y de donde han ido saliendo en forma masiva estos últimos 30 años sin que haya llamado gran cosa la atención de los medios . Estuve una vez como turista en Israel. Por poner un ejemplo de lo que digo: conocí a una pareja judía que había huido de Túnez en los 60. En el momento del que hablo vivían en Francia. Había habido una oleada de ataques a a los judíos en este país, supuesto corazón de la tolerancia y el respeto occidental. Se estaban planteando también una nueva emigración . Esta vez a Israel.

Entiendo que a Carlos le afectase la anécdota final que cita. Pero no me parece tan extraño que un israelí crea que es incomparable la Shoa con el terrorismo de Eta por terrible que haya sido y pueda seguir siendo. Otra cosa es que tenga muy poca gracia a la hora de hacerlo comprender.

Santa Marina de tots els catalans

jueves, 17 de junio de 2010

La Sra. Geli es la protagonista estos días. Uno de los motivos es su condición de mujer agredida en su dignidad por las palabras de un sujeto exaltado en la ya exaltada de por sí Intereconomía. Aunque esta cadena está realizando actos de contrición continuamente (les he visto lamentarse cada vez que he entrado estos días) su corazón no se ha ablandado, piensa denunciarles y que haya consecuencias . Cierto que, como dice Manuel Trallero , también Mónica Terribas fue acusada públicamente hace unos días de ir "mal follada" por la vida. Pero "puerca" y "guarra" es de un bellotero demasiado violento para lo que se lleva en mi tierra. Y que, quizá, vete a saber, el acusador de Terribas era local y del PSC (pero con nombre y apellidos no autóctonos que siempre querrá decir algo) y el mal es más malo si lo realizan los malos-malos.

El segundo motivo es que le han tocado a los homosexuales. Y si hay una cosa que no le pueden tocar a un progre es la homosexualidad. Va a expedientar a una clínica catalana por aplicar terapias que "curan" la homosexualidad. Se supone que los hombres que deciden modificar sus apetencias sexuales son, a menudo, creyentes de alguna confesión religiosa y ven su condición sexual incompatible con su fe. Pero este es un territorio muy resbaladizo con extremos de una amplia gama de grises. Si se anima a hombres y mujeres que se sienten incómodos con su "identidad sexual" a "salir del armario", ¿por qué no respetar la libertad de todos? Al fin y al cabo lo que caracteriza a un progre es la creencia de que el hombre viene al mundo como una Tabla Rasa donde el sexo ni siquiera es sexo sino "género". La "teoría de roles", que se desprende de este supuesto, hace que esas identidades sean de quita y pon. Pero parece que la homosexualidad es el único camino de no retorno. Recuerdo que un amigo mío gay siempre decía que dentro de todo hombre hay un gay que pugna por salir. Pero si yo se lo planteaba al revés, que dentro de todo gay hay un "straight" que quiere salir, le parecía inconcebible. Y la verdad que son todo palabras. Hace bien la consellera Geli en denunciar los condicionamientos religiosos que pueden sufrir determinados individuos. Pero cuidado que la idea de homosexualidad que tienen otros también luce unos tintes ideológicos igualmente opresores. Y, si nos ponemos a considerar qué es enfermedad y qué no lo es, como se dice en este artículo , podemos dudar de que la consellera lo tenga demasiado claro.

flotilla de la libertad: malas compañías

martes, 15 de junio de 2010

No se pierdan este reportaje de la televisión alemana.

"Tots els nens de primària em pregunten per la independència"

Eso lo diceErnest Benach. Tan aterrador como si a Rosa Díez todos los niños de primaria le preguntasen sobre la unidad de España. Y no sólo no le da yuyu, es que le parece meritorio: "tiene mucha importancia que tengan "consciencia"".

mujerpez: el retorno

Se puede titular así. He estado más de un mes fuera de combate. Tengo acabados dos libros y ahora toca convencer a alguien para que los publique. Supongo que será fácil porque son estupendos :-)